Breve resumen de la tesis doctoral
La tesis que aquí presentamos quiere señalar el cuidado como aquel elemento que permite vislumbrar, por una parte, una característica de la naturaleza humana no lo suficientemente señalada, a saber, la vulnerabilidad. Por otra parte, para nuestras circunstancias históricas, tiene un calado político que también queremos sacar a la luz.
Saturados por los dictados de una sistema mercantil que prima la movilidad y monopoliza el acerbo de significados existenciales, vivimos olvidados de nosotros mismos, del otro y de nuestro entorno. Este panorama nos obliga a adentrarnos en los motivos que hacen posible dicha configuración, facultándonos, a la vez, a entrar en liza con una de las problemáticas que han caracterizado la trayectoria de la filosofía desde los inicios del siglo XX, no obstante enlazar con la Modernidad, a saber, el papel del sujeto como categoría epistemológica y de la subjetividad resultante.
Si, como veremos, la subjetividad es el campo donde se expresa nuestra alienación, poderla sacar a la luz, de la forma como se nos muestra actualmente, es decir, a través del dispositivo identidad y de la configuración narcisista, nos abre al acto político de la toma conciencia y, a la vez, a una ejercicio filosófico. Seguidamente, poder comparar la figura de la enajenación con la de la neurosis no sólo nos permite acercarnos a su comprensión de una forma paralela a como la vivimos, sino que nos permite adueñarnos de nuestras propias estrategias que, hoy, convergen con la direccionalidad que impone el mercado, y, finalmente, nos faculta a rescatar nuestra responsabilidad para nuestra forma de vida.
Haber recorrido el periplo de nuestra alienación, relacionado con el movimiento de la Modernidad que propone un sujeto y una subjetividad, nos permitirá encarar mejor su crítica y comprender, con más calado, sus alternativas. Unas alternativas que recogen la vulnerabilidad como aquello que nos abren a una actitud de cura.
Finalmente, esta tarea que se abre a un cuestionamiento de lo propio, de nuestro modo de darnos, enlaza con la dimensión práctica y olvidada de la filosofía que nosotros queremos rescatar mediante la figura de las ascéticas y que, contextualizada en nuestro presente, nos empuja a realizar una tarea de frustración para nuestra subjetividad narcisa, en la medida que, alienada, nos jalea a una movilización constante.