Son notas o hypomnémata. Traducidas literalmente: sobre sí mismo y a sí mismo.
Es un discurso para el sí mismo, completamente íntimo. El discurso hacia el otro puede convertirse en banal, impersonal, sin sentido o edulcorado.
Escribía en el día a día.
Es una obra extraña. No es una autobiografía y no se ha escrito nada similar… hasta la obra de Pascal que, quizás, se le parezca… y no se ha escrito nada más de este tipo.
La finalidad de la escritura para sí:
Tener un momento de paz, un momento filosófico.
Poder ir adecuando las máximas al momento, teniendo en cuenta la problemática en la que esté.
La escritura le permite un momento de conversión, de mística, filosófico, y seguir encarnando.
Es un ejercicio de presencia, dialógico ante uno mismo.
Es un ejercicio de honestidad.
Las meditaciones quieren ser un contacto con el verdadero yo, por eso son muchas veces un neti-neti o un ejercicio de desvelo de aquello que no soy.
Son recordatorios, puesto que los principios estoicos (los dogmas) es algo que se puede perder.
Los dogmas corren el riesgo de morir, de olvidarse, si no encendemos el recordatorio constantemente a través del ejercicio de escritura.
Tiene por finalidad, las 3 finalidades estoicas que marcan una determinada actitud en los tres niveles: cuerpo, emoción, cabeza.
Actuar con justicia ante y con los otros hombres.
Aceptar con serenidad los acontecimientos.
Pensar con rectitud y serenidad.
Leer: Arriano, Epicteto, Disertaciones I, 3, I: Constantemente y en todas partes depende de ti complacerte con piedad (es una aceptación con compasión hacia uno mismo) en la presente conjunción de los acontecimientos, conducirte con justicia respecto a los hombres presentes, aplicar a la representación interior que tienes en este momento las reglas de discernimiento a fin de que nada que sea objetivo se filtre a ti.
Por eso, las páginas no están hechas para releerse, sino para continuar siendo reescritas.
El ejercicio de escritura también permite la aparición de la experiencia, es decir, que aquello que se escriba percuta en lo emocional, mental y corporal, por más que se desvanezca al cabo de poco tiempo.
Se trata de despertar continuamente un estado interior, de poner en orden un discurso interior.
Un filósofo en la Antigüedad:
Es aquel que practica una vida filosófica.
La filosofía no consiste en dormir en lugares duros o escribir, sino en enderezar el propio carácter.